¿Existe algo de tu pasado online que no quieras que nadie pueda ver? ¿Quieres eliminar tu huella digital, datos o identidad online? Un caso muy habitual es que alguien busque tu nombre (o el de tu negocio) en Google y aparezcan resultados «negativos» o que no quieres que se accedan públicamente. Desde imágenes, comentarios, perfiles sociales, hasta publicaciones de tu blog y otros blogs, esta primera impresión puede llegar a estropear una buena reputación online.
Esto es debido, en gran parte, al implacable e imparable auge de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), que gradualmente han ido cambiando nuestras relaciones sociales, los tiempos de trabajo y, esencialmente, todas las relaciones interpersonales. También al reguero de datos privados que dejas al usar aparatos digitales, Internet y redes sociales, que muchas veces cuenta ya más sobre ti que tu propia memoria, convertida ahora en memoria digital.
La información personal se ha convertido en la materia prima del siglo XXI, por la que pujan las grandes entidades de la red. La Comisión Europea quiere poner orden, pero la tecnología corre más que la norma. Por ello, mientras que se pone cerco a este negocio, tu huella digital es difícil de borrar (algo más fácil si sigues mis indicaciones).
Imagínate que eres médico (no importa que especialidad) y que, cuando alguien busca tu nombre, aparecen resultados de multas de tráfico o de notas de la facultad que no quieres que nadie pueda ver. ¿No sería plato de buen gusto verdad? Pues ahora imagina que dentro de esos primeros resultados (hablo de la primera página de las serps), hay publicaciones en las que alguien ha hablado o está hablando mal de ti o de tu trabajo ¡Houston! ¡Tenemos un problema!
No hace falta que seas médico para que te pase esto o tengas un problema con ciertos resultados de los motores de búsqueda. De hecho, desde que Google lleva indexando contenidos (que son varios años ya), este problema ha ido creciendo, hasta el punto de tener que crear una herramienta para poder «eliminar» el rastro digital que tiene tuyo. Esto se suele llamar comúnmente «derecho al olvido«, tema que también quiero explicarte en detalle en este artículo.
La tecnología ha llegado para quedarse. Te hace la vida mucho más fácil y, como eso es adictivo, eso ocasiona que te acostumbres a ella. Este proceso es bastante rápido, pero, en el camino, empiezas a usar un «juguete» con el que sabes que podrás hacer casi de todo, pero que no conoces en profundad. Durante ese camino vas «regalando» un torrente de datos personales (nombre, apellidos, fecha de nacimiento, intereses y un largo etc) que vas dejando al interactuar con los soportes electrónicos «gratuitos».
Hace unos años nadie se ponía buscar tu nombre o el de tu negocio en Google. Ahora, ¿Quién no busca en Google lo que sea? Esto ocasiona que, si alguien ha hablado mal de ti o de tu negocio, tengas un problema muy serio entre manos, que muchas veces tiene difícil solución. En este caso, mi experiencia trabajando en proyectos de ORM (Online Reputation Management) en varias agencias puede venirte bien para tu caso especifico. He ayudado a particulares y empresas a cambiar esos resultados negativos por positivos o neutrales.
En el camino, he aprendido a eliminar casi por completo (digo casi porque a veces es muy complicado) el rastro digital que deja un usuario en su vida digital. Los organismos oficiales están cada vez más «atentos» a este tema que ataca frontalmente a tu derecho a la intimidad y que se va a convertir en un nuevo negocio par alos abogados (por si los derechos de copyright no le estaban dejando suficientes beneficios).
Se trata de la perennidad de la información difundida en Internet, medio de comunicación social y universal que combina una enorme capacidad de almacenamiento con herramientas (motores de búsqueda) que facilitan encontrar lo que se busca. En cierto modo, la información personal queda grabada en la red como si se tratara de un tatuaje que nos persigue de por vida.
Frente a esto, se ha planteado la necesidad de reconocer el derecho al olvido entendido como el derecho a equivocarse y a volver a empezar, que se concretaría en la capacidad de exigir el borrado de los datos personales que contiene Internet e incluso, oponerse al tratamiento que hacen los motores de búsqueda de los datos personales incluidos en fuentes accesibles al público.
Así, cuando hablamos de «derecho al olvido» hacemos referencia a posibilitar que los datos de las personas dejen de ser accesibles en la web, por petición de las mismas y cuando estas lo decidan; el derecho a retirarse del sistema y eliminar la información personal que la red contiene.
Según la Agencia Española de Protección de Datos, organización que lleva años luchando para que el derecho al olvido sea una realidad, el derecho al olvido hace referencia al derecho que tiene un ciudadano a impedir la difusión de información personal a través de internet cuando su publicación no cumple ciertos requisitos de adecuación y pertinencia previstos en la normativa».
La AEPD señala que este derecho incluye limitar la difusión de información de datos personas, incluso cuando la publicación original sea legítima. «La difusión universal e ilimitada de información que ya no tiene relevancia ni interés público a través de los buscadores causa una lesión a los derechos de las personas», apuntan. Una fuente fidedigna, la wikipedia, hace una aclaración mucho más breve y concisa:
El derecho al olvido es un derecho relacionado con el Habeas Data y la protección de datos personales. Se puede definir como el derecho que tiene el titular de un dato personal a borrar, bloquear o suprimir información personal que se considera obsoleta por el transcurso del tiempo o que de alguna manera afecta el libre desarrollo de alguno de sus derechos fundamentales. Como cabe apreciar, este derecho puede en ocasiones colisionar con la libertad de expresión.
Una de las herramientas que más dan que hablar y que más se usan para captar datos de los usuarios son las cookies. Una cookie es información que un sitio web almacena en tu ordenador mediante el uso de un navegador de internet. Una cookie permite que los sitios web registren tus actividades de navegación en internet (por ejemplo, cuáles son las páginas y contenidos que has estado mirando, cuándo los visitaste, qué buscaste y si hiciste click sobre algún anuncio). Los datos recolectados por las cookies se pueden combinar para crear un perfil de tus actividades en internet.
Conoce los diferentes tipos de cookies
Cuando visitas una página web se instalan las cookies de origen (first-party cookies) que sirven para que tu navegación por la red sea más eficiente. Por ejemplo, pueden servir para que el sitio recuerde los artículos en el carrito, tu nombre de usuario, tus preferencias (mostrar el pronóstico del clima en tu área) y tus puntuaciones más altas en los juegos en internet. Este tipo de cookies pueden usarse para mostrarte anuncios adaptados a tus intereses.
Algunos sitios web y redes de publicidad tienen cookies opt-out que les indican que no usen información sobre los sitios que visitas para enviarte anuncios orientados a tus intereses. Hay dos maneras de excluirte voluntariamente de participar en ciertos tipos de recolección de datos o de determinados tipos de publicidad dirigida:
- Puedes descargar un programa complementario para tu navegador de internet que controle cuándo y cómo se almacenan o eliminan las cookies, incluyendo las cookies llamadas opt-out. Puedes encontrar este tipo de programas complementarios en páginas web patrocinados por las compañías de navegadores. Busque en el menú de configuración o en la función ‘Ayuda’ (Help). La mayoría de las compañías de navegadores de internet examinan la mayor parte de los programas complementarios para controlar su nivel de seguridad y funcionalidad antes de ofrecerlos como un complemento para descargar, pero al igual que lo que sucede con cualquier software, no descargues ningún programa complementario antes de verificar su confiabilidad y conocer la fuente.
- Los programas de la industria de publicidad en internet, incluyendo The Network Advertising Initiative y Digital Advertising Alliance, ofrecen herramientas proporcionadas por sus miembros para que los usuarios se excluyan voluntariamente del envío de publicidad dirigida, normalmente por medio de la instalación de cookies opt-out. Tu también puede optar por excluirse visitando los sitios web de las redes publicitarias y de los anunciantes uno por uno.
Empieza a tomar el control de las cookies de tu navegador
Cada navegador tiene su propia manera de eliminar las cookies o limitar el tipo de cookies que pueden ser instaladas en el ordenador. Cuando llega el momento de elegir un navegador de internet, puede que desees considerar instalar el que mejor se adapte a «tus preferencias de privacidad«. Para revisar las configuraciones de un navegador, use la pestaña ‘Ayuda’ (Help), o busque en ‘Herramientas’ (Tools) la configuración de ‘Opciones’ (Options) o ‘Privacidad’ (Privacy).
Desde allí, puedes eliminar las cookies o controlar en qué caso permites instalarlas. Hay algunos navegadores que permiten instalar herramientas software complementarias (add-on software tools) para bloquear, eliminar o controlar las cookies. Y generalmente, los programas de seguridad incluyen opciones para facilitar el control de las cookies.
Si desactivas la instalación de cookies por completo, puede que la agilidad de tus sesiones de navegación se vea limitada. Por ejemplo, posiblemente tengas que iniciar sesión varias veces al día, o tal vez no recibas contenidos personalizados o anuncios de tu interés. Sin embargo, la mayoría de los navegadores te permiten bloquear las cookies de terceros sin deshabilitar las cookies de origen.
Estate atento a tecnologías de seguimiento nuevas
Aunque tomes las medidas necesarias para controlar las cookies comunes, constantemente están apareciendo nuevas tecnologías y algunas de ellas pueden utilizarse para rastrear tus actividades de navegación en internet. Por lo general, estas tecnologías de seguimiento se conocen con el nombre de «supercookies». Si las empresas te ofrecen la opción de excluirse voluntariamente de la instalación de cookies, tienen que respetar tus preferencias, independientemente de que usen supercookies o cookies comunes.
Hay varios navegadores que ofrecen configuraciones de navegación privada (private browsing) cuyo objetivo es permitirte ocultar tus actividades en la red a los demás usuarios que utilizan el mismo ordenador. Al activar la función «navegación privada», tu navegador no retendrá las cookies, tu historial de navegación, registros de búsquedas o los archivos que hayas descargado.
Pero los modos de privacidad no son uniformes, por lo tanto, es conveniente que te fijes en tu navegador para ver qué tipo de datos almacena. Aunque después de finalizar la sesión de navegación privada no se guarden las cookies, las cookies utilizadas durante la sesión de navegación privada pueden comunicar información a terceros sobre tu comportamiento de navegación.
Como habrás comprobado, tu información personal es un bien que tienes que gestionar con cuidado cuando entras en Internet. Lo que hoy te abre las puertas para conseguir un posible trabajo o conocer gente con tus mismas aficiones, también puede hundir tu carrera de por vida. Esta es la razón por la que muchas personas están optando por desaparecer de la red, renunciando a sus beneficios y oportunidades para ahorrarse posibles problemas en el futuro.
Si te estas planteando tu eliminar tu rastro digital debes tener claro que se trata de un proceso arduo que puede alargarse en el tiempo, no será cosa de dos días. Esto es así porque las empresas que hoy están en la red no quieren prescindir de un cliente que ya está en su base de datos. Si no tienes tiempo, ni quieres meterte en camisas de once varas, tienes que saber que hoy día existen empresas como Eprivacidad, Eliminalia o Borrar mis datos que harán este trabajo por ti pagando un precio de entre 200 y los 200.000 euros, dependiendo del caso (aunque el coste medio suele ser de unos 90€).
Quizás pienses que lo más rápido sea reclamar a Google para que elimine todos los resultados de búsqueda en los que aparezca información relacionada con tu persona o incluyan tu nombre. No te lo plantees, no lo harán. Tal vez lo máximo que podrás conseguir es que no indexen alguna información del Boletín Oficial del Estado o similar, pero no pidas más. Si quieres eliminar contenido tendrás que ir contactando con cada empresa que lo publicó y no quien le está dando visibilidad. Si alguna de estas empresas se negase a darte de baja siempre puedes recurrir a Agencia de Protección de Datos.
Antes de explicarte los pasos que debes seguir para la eliminar tus datos online es importante señalar que es solo válido para personas anónimas, es decir, no es válido para personajes públicos ya que los comentarios, noticias u opiniones sobre estos, siempre que no incurran en delito, están protegidos por las libertad de expresión e información, recogidos en el capítulo 20 de la Constitución Española.
Antes de empezar, busca tu «nombre» en Google
Antes incluso de explicarte de que va todo este tema quiero que te busques en Google (si quieres hacerlo perfecto, también hazlo en Yahoo y Bing). Seguramente ya lo hayas hecho, pero quiero que vayas un poco más allá, y entrecomillar tu nombre. Si ya sabes cómo buscar en Google, sabrás que usar las comillas obliga a Google a realizar la búsqueda de esa palabra o frase de forma exacta.
De todas maneras, si quieres ir un poco más lejos, añade palabras como «opinion» o «queja» en la búsqueda. De esta manera podrás dar más rápido con posibles problemas, incluso adelantarte a ellos. La idea es que detectes estos contenidos e intentes gestionarlos, contactando con el usuario o la página web para solucionar esa mala opinión o queja.
¿Has encontrado algo negativo? Solicita su eliminación a Google
El formulario dispuesto por Google para facilitar el «derecho al olvido» no es la primera ni la única herramienta para pedirle el borrado de enlaces a contenidos lesivos, pero simplifica el proceso y es «un primer paso en el buen camino» tras la sentencia europea de hace unos años, según algunos juristas.
Completar el formulario de Google es el primer paso para facilitar el procedimiento exigido por la UE, y en los meses consecutivos señala que colaborará de forma directa con las autoridades de protección de datos y otras entidades mientras se revisa su herramienta. Si quieres reclamar desde este formulario, previa identificación con tu DNI, tendrás que adjuntar todos los enlaces a contenidos relacionados con tu persona que supuestamente son lesivos explicando en cada caso por qué te están perjudicando.
Revisa la configuración de privacidad de tus perfiles sociales
Las redes sociales son una herramienta de ocio muy completa que ha de utilizarse con criterio y sensatez. La total despreocupación (fruto de no conocer el potencial que tienen en relación a cualquier clase de circunstancia) puede conducir a cometer errores de mayor o menor gravedad. Uno de los aspectos a cuidar y tener en cuenta es el de la privacidad y seguridad de los usuarios que conforman cada plataforma social.
Configuración de privacidad de Facebook
Si tienes un perfil personal de Facebook para fines personales o profesionales (algo muy habitual y que es un gran fallo), algunas cosas personales pueden llegar a dominio público. Para mantener tu privacidad, es importante que tu cuenta de Facebook esté configurada sólo para tu círculo (lo que vienen siendo tus amigos y familiares).
Otra opción es especificar la audiencia que puede ver tus publicaciones en esta plataforma social. En este aspecto, todas las publicaciones de Facebook, de forma predeterminada, están en modo «público«. Por ello, asegúrate de revisar este punto lo primero para no seguir llevándote más sorpresas. Tan sólo tienes que ir a la configuración de privacidad de tu perfil de Facebook, hacer click en «Privacidad» y editar la sección «¿Quién puede ver mis cosas?». Podrás eleger entre público, amigos, solo tú o personalizarlo con una mezcla de diferentes cosas.
Dirígete a la «Configuración» (flecha superior derecha) y haz click en «Privacidad» en la sección «¿Quién puede ver mis cosas?»
Este simple ajuste puede ayudarte a evitar la mayoría de los errores que se cometen en esta red social. De todas maneras, si lo que quieres es una privacidad extrema, que te proteja lo máximo posible (pero pudiendo disfrutar de las ventajas de este medio social), la mejor opción es «Amigos». Si ya has aceptado solicitudes de amistad en donde hayas mezclado lo personal y lo profesional, siempre puede crear una lista personalizada para filtrar quién puede ver tus cosas y evitar problemas (asegurando tu privacidad).
Pero esto no acaba aquí, ya que Facebook también te permite ver y editar las publicaciones (e interacciones) que hayas realizado en el pasado. Para ello tiene el «registro de actividad» directamente en el panel de opciones de tu perfil. Es, al fin y al cabo, una lista de las cosas que has ido haciendo en Facebook desde que creaste la cuenta.
Dirígete a la «Configuración» (flecha superior derecha) y haz click en «Registro de Actividad»
Una vez que tienes controladas todas las acciones que has ido realizando en esta red social, es momento de editar las que no quieras que se vean (o quién las puede ver). Al hacerlo, utiliza la flecha que abre el desplegable en cada publicación para cambiar su configuración de privacidad y visibilidad. Es un proceso agotador, pero bien vale la pena el tiempo para controlar lo que se ve y lo que no se sobre tu perfil.
Haz click en la flecha, abre el desplegable y elige quién puede ver la publicación
¡Espera! ¡Que todavía hay más! Si eres de los míos (un poco vago) y quieres que alguien te eche un cable, Facebook viene al rescate. Dispone de una opción, dentro de la configuración de tu perfil, que facilita el cambio de la configuración de privacidad de tus publicaciones pasadas sin tener que ir una por en el registro de actividades.
Dirígete a la «Configuración» (flecha superior derecha) y haz click en «Privacidad» en la sección «Limitar el púbico de publicaciones antiguas»
Configuración de privacidad de Twitter
En Twitter también puedes limitar la visibilidad de tu perfil, aportando mayor privacidad y seguridad. No tiene tantas opciones como Facebook, pero tampoco son necesarias. De hecho, es pocos pasos, podrás asegurar tu cuenta, para no tener problemas con tus tweets. Lo primero es abrir tu perfil y seguir estos pasos.
Dirígete a tu perfil y haz click en la opción «Configuración y privacidad»
Dentro de todas las opciones que tiene, elige las que más te convengan, pero presta mucha atención a la opción del «etiquetado de fotos», «añadir ubicación a las fotos» y el «contenido multimedia». La idea es que tengas controlado quién puede verte y etiquetarte. De todas maneras, siempre puedes tener un control de «tus datos» en esta red social.
Dirígete a tu perfil y haz click en la opción «Tus datos de Twitter»
Configuración de privacidad del resto de redes sociales
Aunque te he puesto el ejemplo con Facebook y Twitter, ya que son las redes sociales más utilizadas, hay muchas más. Los pasos a seguir son muy parecidos, por lo que te recomiendo que las revises de arriba a abajo para que no tengas problemas en el futuro (sobre todo a nivel profesional). Dirígete a la sección de «privacidad» de todas las redes en las que seas activo y revisa con detalle quién puede ver tus publicaciones.
Revisa las publicaciones que hayas hecho en tu blog o en otros blogs
Crear tu propio blog está de moda. Pero, si conoces las tareas de un blogger, deberías de saber que, quien tiene un blog, debe tener mucho cuidado de qué publica y cómo lo hace. De hecho, cuando no tienes uno y publicas en blogs de terceros o privados, es importante tener muy controlados esos contenidos, ya que son resultados que, con el tiempo, aparecerán en los motores de búsqueda.
Ya sea tuya la bitácora o no, ten mucho cuidado con las «observaciones personales» o las «opiniones vertidas en terceros«. Estamos en un mundo digitalizado y la información vuela. Algo que creas que «no es nada», puede convertirse en un gran problema en pocas horas. Por ello, elimina cualquier cosa que pueda obstaculizar tu carrera profesional.
Detecta y eliminar perfiles sociales abandonados
Todos crecemos, es ley de vida, pero eso no significa que otros tengan que ser partícipes de ese proceso (y los errores que hayas cometido en el camino). Estoy seguro de que todavía tienes una cuenta en MySpace o Bebo (sobre todo los que llevamos algún tiempo en la era digital) y es hora de eliminarlas. Estas cuentas hicieron su trabajo en el pasado, pero ahora sólo te van a traer problemas o burlas.
Piénsatelo dos veces antes de hacer click en «publicar»
Cuando estés a punto de publicar un estado emocional negativo a través de una red social, asegúrate de que ningún cliente o jefe podrá verlo. De hecho, no te lo recomiendo incluso aunque te «lleves bien con ellos», ya que estas publicaciones perdurán en el tiempo y los trabajos, normalmente, no. Además, hay personas que se puedan sentir mal y pueden llegar a pensar sobre ti (incluso sin conocerte).
Aunque estoy seguro de que hace falta decirlo, recuerda que LinkedIn tiende a aparecer el primero en lo resultados de búsquedas de los buscadores, por lo que ten mucho cuidado con tu perfil y se estrictamente profesional. Tómate unos segundos para pensar antes de publicar y hacer click en «Enviar».
Cualquier persona, ya sea amigo, familiar, conocido, cliente o empleador, va a formar una opinión sobre ti al ver la primera página de resultados de búsqueda de Google. Utiliza esta guía y mis recomendaciones para administrar tu reputación online y asegúrate de que todo lo que cualquier persona pueda encontrar sobre ti sea respetable y profesional.
¡Tu turno! ¿Qué opinas? ¿Estás de acuerdo en que hay que tener cuidado con la huella digital que dejamos o habría que ser más abiertos con la información que compartimos? Me encantaría conocer tu experiencia y tu opinión. Por favor, deja un comentario. Da igual que sea o una duda o un simple gracias, pero me alegraré mucho de leerlo y responderlo.
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