Qué Es, Cómo HACER una INFOGRAFÍA y 21 Herramientas

Descomponen datos complejos en elementos visuales más simples: Este es el principal objetivo de una infografía, y por tanto, el beneficio más importante. Consigue minimizar la complejidad de la información, desarrollándola de una forma mucho más sencilla y visual. Además, te permiten incluir elementos muy diferentes entre sí y jugar con las características más visuales del documento para sintetizar toda la información previamente recogida.

Aumentan en gran medida la comprensión del contenido: No hace falta mencionar la capacidad del ser humano para captar, entender y memorizar con mayor facilidad algo visual frente a algo que no lo es. Por tanto, una infografía no sólo ayudará a comprender mejor la información, sino que además, podrás retener esa información en tu cabeza durante un periodo de tiempo más largo. No es lo mismo acordarse de un texto en el que te dan 12 datos, que ver una imagen con los 12 datos acompañados de un gráfico donde visualmente se entienda la magnitud de cada dato. En conclusión, transmite información con solo echar un vistazo.

Se pueden añadir a cualquier medio que tenga contenido: Otro de los puntos fuertes de una infografía es que es tan versátil que se puede hacer uso de ella en múltiples medios y seguirá manteniendo alto el nivel de impacto. Se puede incluir en sitios web, comunicados de prensa, folletos y un largo etc. Al fin y al cabo, no deja de ser contenido visual, por lo que se puede incluir en cualquier medio que tenga contenido.

Son muy fáciles de compartir: Las infografías tienen una facilidad de difusión muy alta. Es un elemento visual sencillo, que suele ocupar lo mismo que una imagen cualquiera, por lo que se puede compartir de forma muy sencilla y llegar a más gente. Por ejemplo, cualquier red social sería suficiente para hacer llegar la infografía a un buen número de usuarios.

Recoge gran cantidad de información que añade valor: La infografía nace a raíz de seleccionar información relevante que ya está publicada en internet. Esta información se filtra, se organiza y se le añade valor adicional. Por lo tanto, de una manera muy visual, se recoge una gran cantidad de información que es preparada para añadir un valor superior.

Consigue tráfico y enlaces cualificados a tu sitio web: Una infografía bien desarrollada puede ser un punto clave para conseguir tráfico y enlaces a tu sitio web, lo que ayuda a mejorar el posicionamiento orgánico. Es por ello que la infografía es un punto clave dentro de la estrategia de marketing digital de cualquier negocio y su SEO.

Infografía informativa: Funciona como un cartel, añadiendo información sobre algo en concreto como un evento o acontecimiento determinado. De esta manera, la información que se incluya en la infografía dará pie a ser leída con mayor interés, y por lo tanto, causar mayor impacto en sus lectores.

Infografía publicitaria: Muestra las ventajas de un producto, sus utilidades, su valor añadido, posibles descuentos y tipología. Muestra las características técnicas o ventajas de un producto o servicio determinado. Te da a conocer sus utilidades, el valor añadid, algún posible descuento, la tipología del producto, etc. Todo de manera muy visual para generar más audiencia.

Infografía jerárquica: Se trata de un mero gráfico con niveles. Donde la información ordenada de forma cuidadosa por orden de importancia. Donde lo más importante aparecerá más grande y con un mayor peso visual e irá decreciendo a medida que el contenido pierda importancia.

Infografía estadística: Hace uso de gráficos, tablas o listas para explicar información de carácter numérico de una forma más sencilla. Te ofrece una vista general de un conjunto de datos complejos para que de un solo vistazo puedas hacerte una idea del significado del contenido.

Infografía corporativa: Este tipo de infografía contiene los diferentes elementos de imagen corporativa de una marca en concreto, con el fin de dar a conocer algo relacionado con ella. Podemos encontrar los colores de la marca, diferentes elementos distintivos como el logo, valores numéricos y otros elementos que generan engagement.

Infografía con nubes de palabras: Se incluyen grupos de palabras para mostrar las asociaciones entre las palabras y el concepto. De esta manera desarrollas un concepto complejo a través de diferentes palabras que pueden definir o acompañar al significado del mismo concepto.

Infografía cronológica: Te muestra el contenido y la información ordenados cronológicamente en una linea temporal. Es mucho más visual, ya que de un solo vistazo ordenas en el tiempo los diferentes acontecimientos que se hayan incluido en la infografía.

Infografía de proceso: Muestra un proceso sobre algo. Tiene como objetivo enseñar el funcionamiento de algo, como un objeto o diagrama de flujo, donde se muestran las opciones de un proceso de decisión.

Infografía de constraste: Ilustra semejanzas o diferencias notables. Similar a la infografía estadística, pero basada en la investigación. Se puede utilizar para comparar elementos diferentes con conjuntos populares de datos.

Infografía basada en la investigación: Tras una investigación, donde se han recogido muchos datos de valor y es necesaria su aglomeración, lo mejor es hacer uso de una infografía de este tipo. Almacena y organiza la información recogida después de la investigación, haciéndolo de una forma mucho más visual para que la información extraída de la investigación sea mucho más fácil de explicar y difundir.

Titular: Los titulares son el punto de partida de cualquier herramienta informativa. Cuanto más atractivo y llamativo sea, mucho mejor. Dependiendo de lo que se quiera transmitir, se deberá usar un tono u otro (la ironía y el humor son recursos muy utilizados en las infografías, pero sin desmerecer el tono informativo para conectar con la audiencia) e incluir el texto en varios idiomas (por ejemplo, español e inglés, para conseguir conectar con una audiencia más grande).

Tipografía: Es muy importante elegir bien la tipografía que acompaña a tus diseños infográficos. Cada tipo de letra transmite unas sensaciones y valores determinados y se lee mejor o peor (dependiendo del dispositivo). Debes tener en cuenta lo que quieres transmitir y, teniendo en cuenta quien eres y como te ven los usuarios, debes ajustar la tipografía para comunicar de una forma u otra.

Colores: Como en todo contenido visual, los colores adoptan una extrema relevancia. Debes pensar muy bien las contrastes y tonalidades y aplicarlos a tu diseño. Además de que podrás transmitir un significado diferente, podrás mejorar la legibilidad de los textos (o ponerla en peligro si no lo haces bien). Es por ello que debes elegir de 2 a 4 colores diferentes, procurando que sean todos de la misma tonalidad (generalmente colores pálidos o pastel) y evitar los contrastes extremos y colores chillones (a no ser que tu marca así lo diga).

Iconos e imágenes: Los elementos visuales que acompañan a los textos son responsables en buena parte de cómo éstos son interpretados. Una infografía es un recurso visual, por lo que cuantos más elementos visuales incluyas en ella, más fácil será de interpretar y se valorará como de mayor calidad. Sin embargo, no se deben incluir a la ligera, ya que los elementos visuales que acompañan al contenido de texto son responsables de cómo estos se interpretan, por lo que deben ser elegidos correctamente siguiendo un estilo coherente con tu marca.

Diagramas, gráficos y tablas: Las infografías, gracias al elevado impacto visual, tienen mucha facilidad para combinar gráficos, ilustraciones o iconos que resultan muy práctico a la hora de exponer datos numéricos e información estadística (además, le dan un toque de profesionalidad y veracidad).

Logotipo o firma: El usuario digital cada vez siente más curiosidad por todo, por lo que darle información acerca de quién es el autor que hay detrás del contenido infográfico es una buena oportunidad para que te conozca un poco más y puedas empatizar con el. Además, te ayuda a posicionarte como fuente de información de confianza, con datos de interés para el usuario que tal vez comparta entre sus contactos. En el caso de marcas ya posicionadas, el mero hecho de incluir estos distintivos, influye notablemente en la percepción del receptor.

Elige un tema que controles: Es importante, antes de empezar a trabajar en cualquier infografía, saber de que va a tratar la infografía. En este primer paso debes escoger un tema con el que creas que puedes exprimir la información al máximo. Es aconsejable que lo hagas de un tema que controles, ya que aparte de la información que incluyas gracias a la búsqueda de información que realices en fuentes externas, te será mucho más fácil mezclar ideas y extraer conceptos para incluir en el documento.

Recoge toda la información necesaria: Esta es la parte del proceso donde amplías los límites de tu conocimiento. Es hora de buscar información de relevancia que sirva como base para el documento con el que quieres trabajar. Cuanto más amplia sea esta fase de búsqueda, más completa y de mayor valor será la infografía, ya que encontrarás un mayor número de datos complejos que transformar y simplificar.

Comprueba toda la información recogida: De nada sirve incluir información que no es 100% verídica, ya que puede tirar por tierra todo el trabajo que te haya llevado organizar y diseñar tu infografía. Por lo tanto, te recomiendo que, antes de ponerte con el diseño del recurso, estés totalmente seguro de que sea cierta la información que vas a incluir. Si no lo fuera, deséchala por completo y busca en otras fuentes.

Organiza la información: De nada sirve tener mucha y muy buena información si no está bien organizada y se convierte en un auténtico lío a la hora de entenderlo. Por ello, te recomiendo que trates de estructurar las ideas de una forma sencilla y fácil de entender. Intenta que siga un orden coherente y que las ideas vayan avanzando en el mismo sentido que el documento, es decir, que las ideas nuevas acompañen a las antiguas (y no al contrario).

Establece conexiones: Por otro lado, es necesario que los diferentes conceptos que se incluyen en la infografía tengan conexión entre ellos y que unas ideas apoyen a otras para aportar mayor veracidad al documento. Además, conseguirás que las ideas sean mucho más fáciles de entender porque se respaldan entre unas y otras.

Inspírate en otros diseños: No es fácil diseñar una infografía que sea creativa y diferente. Coger información relevante, organizar las ideas, elegir un formato adecuado o escoger los elementos visuales son un montón de tareas que te pueden complicar la vida y hacer del diseño de la infografía toda una pesadilla. No te desanimes, existen millones de ejemplos en Internet (de todos los temas que te puedas imaginar). Es por ello que te aconsejo echar mano de alguno de estos ejemplos que seguro te darán ideas y te mostrarán el camino para realizar tu propia infografía.

Echa mano de alguna herramienta: Es importante que sepas que existen muchas herramientas con las que puedes llevar a cabo la realización de una infografía. Son aplicaciones y programas que te darán la opción de incluir los elementos visuales que más te gusten y la información explicada de una forma más fácil y rápida. Hacer uso de alguna de estas herramientas, aunque no es estrictamente necesario, te facilitará mucho la vida que si lo haces por tu cuenta y además el resultado será notablemente mejor.

Deja espacios en blanco: Hacer uso de los espacios en blanco es fundamental para lograr un diseño atractivo. Un mal uso de los espacios en blanco, afecta notablemente al impacto visual y la legibilidad del proyecto. Si no existe espacio entre líneas, el texto se convierte en una masa de caracteres difícil de entender a simple vista. Un buen uso del espacio en blanco te permite mantener orden y limpieza en el documento y ayuda al lector a entender cuales son las prioridades del documento (que leer primero y qué leer después).

No utilices más de 2 tipografías: Elegir una fuente u otra determinará el tono que tendrá el contenido del documento. No se deben usar más de 2 fuentes diferentes por infografía, ya que dará una sensación extraña. Además, siempre puedes jugar con el tamaño o el grosor de las letras para dar más importancia a un contenido que a otro. De hecho, es realmente necesario utilizar diferentes colores dentro del contenido para establecer la importancia de ciertos textos, para atraer mayor atención hacia la información más relevante.

Elige y utiliza entre 2 y 3 colores: Al igual que las fuentes que se utilices, la elección de los colores también determina el tono del documento. Debes tener en cuenta que no por incluir más colores quedará mejor. Se juega con los colores especialmente para dar una importancia u otra a las diferentes partes del documento. Por ello no se deben utilizar más de 2 o 3 colores por infografía (utiliza el color para resaltar un contenido específico).

Alinea los elementos: Si el contenido no sigue ningún orden que visualmente mal y lía al lector. Si el contenido queda alineado, el texto se mantiene más claro y se aumenta la capacidad de lectura del usuario, aumentas las probabilidades de que los usuarios accedan al contenido. (hay gran variedad de herramientas que te dan la posibilidad de alinear al milímetro el contenido de tu infografía).

Mantén siempre la coherencia: La clave para mantener la coherencia en una infografía está en saber seleccionar las fuentes para extraer la información adecuada y desarrollar la estructura en función a la información recogida. Esta coherencia en el diseño te permite establecer un tono de comunicación de marca, mantener y transmitir un mensaje de forma apropiada y dar credibilidad.